Es indudable en nuestro tiempo, que una de las
principales preocupaciones y dificultades a las que se enfrentan las
poblaciones de México y de cualquier parte del mundo por estos tiempos tiene
que ver directamente con la escasez de oportunidades laborales que hoy se
advierte, fundamentalmente como consecuencia del fenómeno de globalización que
ha complejizado el proceso de inserción laboral a partir de una reducción en
los puestos de trabajo disponibles para el común de los ciudadanos. Ante esta
realidad, el interés de las personas comunes por la cuestión del trabajo se ha
incrementado exponencialmente, aunque el panorama que se presenta ha generado
también una disminución en cuanto a las expectativas de nuestros compatriotas
que no disponen de un trabajo estable pero que tampoco creen que puedan
conseguirlo en el corto plazo. Es indispensable modificar estos números e
incentivar a los desempleados a terminar con esta condición, y es
responsabilidad del estado generar las condiciones necesarias para que esto
ocurra. Indudablemente una de las formas de lograrlo es apelando a profesionales
en materia de recursos humanos, especialmente aquellos formados en las
maestrías de recursos humanos que hoy se brindan en suelo mexicano.
Solo para tomar un ejemplo de cómo puede cumplirse con
este objetivo, vale la pena indicar que del otro lado del Atlántico empiezan a apreciarse
tímidas mejorías en la percepción de los españoles sobre cuestiones como el
empleo o la economía, aunque siguen siendo bajas en términos generales. Así, las expectativas de los españoles consultados sobre el empleo mejoraron en 15puntos a lo largo de 2013. A principios de año un 61% tenía una mala percepción
de su situación laboral para los próximos doce meses, mientras que en el cuarto
trimestre de 2013, esa cifra bajó al 46%. Este dato tiene una relativa
consonancia con los primeros apuntes ofrecidos por el Gobierno, que parecen
adivinar que la destrucción de empleo ha terminado y la creación de puestos de
trabajo netos puede empezar a producirse en este 2014, al calor de los tímidos
valores de crecimiento en el PIB. Como puede verse, la acción del estrado
resulta indispensable para incrementar estos valores, y para generar una
revolución en la población que no tiene trabajo pero que debe seguir luchando
para conseguirlo. Una de las formas de apoyar este proceso más allá de con la
creación de nuevos empleos consiste en apelar a la profesionalización en
materia de selección laboral, haciendo intervenir en la cuestión a los
egresados de las maestrías de recursos humanos, capacitados para brindar un asesoramiento
especializado en esta temática tan relevante.